
EL BLOG DE GRUPO DAURO
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Tenemos el inmenso placer de invitaros a la presentación, en Sevilla el lunes 8 de septiembre y en Granada tres días después, del nuevo libro del aclamado autor peruano Eduardo Chirinos, uno de los poetas más importantes de este país americano, titulado Fragmentos para incendiar la quimera, y que es el tercer número de nuestra colección Élite. En Sevilla el acto, patrocinado por el Centro Andaluz de las Letras, se desarrollará en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), el próximo lunes a las ocho de la tarde. Acompañarán al autor el también escritor peruano Fernando Iwasaki y la editora Mariana Lozano, que también estarán, junto a Chirinos y la profesora Ana Gallego, en el acto de Granada (en el que colabora el Ateneo de la ciudad), programado para las ocho y media de la tarde en el edificio de la Asociación de la Prensa (c/ Escudo del Carmen, esquina con c/ San Matías). ¡Os esperamos!
Para ir abriendo boca, os dejamos aquí con el texto de contraportada, obra del poeta Álvaro Salvador:
Una de las características fundamentales que la crítica distingue
en la poesía de Eduardo Chirinos es su eclecticismo, cualidad
que le ha llevado a prácticamente no repetirse en ninguno de
sus libros, a experimentar en todos los terrenos posibles que
la poesía ofrece y a sorprendernos de continuo. No obstante,
ese virtuosismo sorprendente del poeta peruano no resta a
sus obras un ápice de calor humano.
Podríamos calificar el presente libro como un texto culturalista,
en la medida en que son poemas en prosa que hablan de
pintura, de óleos, de grabados, de serigrafías y de lo que esas
imágenes cuentan. Buena parte de la pintura y el grafismo
más significativos del subcontinente hispanoamericano
aparecen representados en este libro: Guillermo Linero,
Pedro Pérez del Solar o Luis Valsolto, entre otros, escoltados
por varios talentos plásticos emergentes de los Estados
Unidos. A fin de cuentas, el poeta y su museo. Pero no es así,
porque las imágenes de las que nos habla Chirinos en estos
poemas, las imágenes que glosa y que, finalmente, recrea
transformándolas en carne de literatura, están colgadas en
las habitaciones de su casa, forman parte de sus rutinas
cotidianas, del horizonte de su intimidad.
Otra vez la vida, otra vez la vida en la poesía de Eduardo Chirinos,
fluyendo desde los lugares más insospechados al caudal
constante de su poesía.